sábado, 28 de marzo de 2009

Ford Falcon se vende




(Aviso que salió publicado en los clasificados del periódico aquella mañana de 1983, unos meses después en que recuperaramos nuestra democracia)


Alfredo se asombró porque era un muy buen auto, pero verdaderamente lo vendían a un precio absolutamente irrisorio.

Así que se decidió y lo compró; llegó a su casa, subiò al 1er piso, y desde la ventana lo contempló orgulloso; lo dejó estacionado frente a su casa en la calle (no tenía garage); se fue a dormir y cuando a la mañana siguiente se asomó a la venana, el auto no estaba allí.

Inmediatamente se dijo: "Me han robado!", y bajó a mirar el lugar vacío; se dirigió entonces a una comisaría cercana a hacer la denuncia, pero al llegar a la otra calle se quedó de una pieza, porque el auto estaba allí, estacionado y en perfectas condiciones; lo llevó hasta su calle, lo revisó... todo estaba en orden.

Al anochecer miró de nuevo por la ventana, el auto estaba en el lugar que él lo había dejado; ya tranquilizado se fue a dormir.


A la mañana siguiente bajó y cuando salió a su puerta, el auto ... !de nuevo había desaparecido!...

Se dijo "¿Habrá sido una cuestiòn de suerte ayer?" pero pensó que quizà se repitiera la misma situaciòn y comenzó a recorrer las calles cercanas... ¡Efectivamente! Allí estaba!...

Lo volvió a llevar a su casa, y habló por telefóno con un amigo; por supuesto que este le dijo que estaba loco, o que sufría de insomnio,y que era él mismo quien llevaba el auto de un lado a otro.

No obstante, Alfredo insistió tanto que Carlos decidiò quedarse con él en su casa, para observar la situaciòn.

Ni qué decir que a la mañana siguiente, el auto tampoco estaba.
Entonces Carlos le dijo: "Mirá, Alfredo, yo voy a traer mi coche, lo voy a estacionar detrás del tuyo, y nos quedaremos haciendo guardia por la ventana;yo insisto en que no hay otra explicación que sos sonámbulo... y si te veo bajando y guiando el auto yo te seguiré, y el misterio se aclarará".

Alfredo y Carlos se sentaron junto a la ventana del primer piso y se dedicaron a vigilar; a veces el sueño los vencía y cabeceaban, pero los autos -tanto el Ford Falcon como el de Carlos- seguían ahí....

Seguían observando atentamente, cuando de pronto... el Ford Falcon comenzó a moverse lentamente -sin conductor- y Carlos y Alfredo se lanzaron por la escalera, hacia el auto de Carlos para seguirlo.

¿Què era aquello? ¿Un auto fantasma?; ninguno de los dos podía creer lo que estaba viendo!...pero el auto avanzaba por la silenciosa madrugada de Buenos Aires hacia un destino desconocido; el FordFalcon finalmente se detuvo y sus seguidores también, a prudente distancia para poder observar que sucedía.

Entonces los dos amigos vieron que el baúl se abría solo, y aunque NO HABÍA ABSOLUTAMENTE NADA dentro de él, escucharon claramente el golpe de los cuerpos atados que arrojaban contra el suelo,y los gritos de los jóvenes que previamente habían denigrado hasta límites insospechados, unos segundos antes de que fuesen fusilados.

Instantes después el baúl del Ford Falcon se cerró y el auto volvió hacia el barrio del comprador estacionándose nuevamente en otra calle.


A la mañana siguiente, Alfredo acudía al diario a poner un aviso: FORD FALCON SE VENDE....

2 comentarios:

  1. Dura etapa del pasado de nuestro país. Nefasta por donde se la mire. Beso, corazón.

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  2. Un cuento muy bueno para relatar una dura etapa de un país. Me ha encantado. Me ha encantado la imagen del señor mirando su juguete recién adquirido desde la ventana y el final terrorífico con los cuerpos.
    ¿Puedo reproducirlo en mi blog?

    PS:
    En mi blog llevo colgando estos últimos días una serie de textos ambientados en la guerra civil y posguerra (Suenan las sirenas, Nochevieja del 42 y el último ¿Y para eso me llamaba?)

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