sábado, 30 de julio de 2011

Mis palabras preferidas

Por favor, permiso,perdón,gracias.



Estas palabras que tantas veces olvidamos de usar y que son tan importantes, tan profundas, que nos acercan a los otros.



¿Por qué nos cuesta tanto decirlas?¿Cuándo aprenderemos que los demás NO tienen la culpa de nuestros problemas?¿Cuándo aprenderemos a que es maravilloso agradecer , ser amable?



Problemas por supuesto que tenemos todos, algunos mas, otros menos; cada vida tiene sus momentos buenos, y sus momentos malos. Ahora bien, habría que pensar si sabemos no solo disfrutar de los momentos positivos, sino si somos capaces de lograr que los momentos malos no nos conviertan en seres que casi, casi, se podrían llamar inadaptados sociales.



La vida no es como uno quiere, sino como es, pero lo que me parece que habría que analizar es si no podemos “tomarla de los cabellos” y no dejar pasar oportunidades, y si ella nos pone obstáculos, tratar de vencerlos; si nos da dolores, tratar de remontarlos; cuando nos da alegrías, disfrutarlas-



A veces me pregunto por qué la mayoría de las personas van por la vida con su carga de amargura. Si cada uno de nosotros empieza a decir ¡qué desgraciado soy! ¿por qué me pasa esto a mí? ¡no aguanto más! Inevitablemente nos pondremos peor; nos sentiremos mas tristes, mas desganados, nos dejaremos estar y la vida nos pasará literalmente por arriba.



En ocasiones me asombro de ver a algunas personas que realmente tienen problemas muy graves, como van saliendo adelante por su enorme espíritu de batalla -y también su indeclinable buen humor-, en tanto otros se dejan estar por inconvenientes casi superfluos.



Y volvemos entonces a las palabras que mencionaba mas arriba. ¿Es tan difícil ser cordial, agradecer, pedir disculpas, solicitar un permiso? Solo demanda unos instantes e inevitablemente se genera una conexión amable con el otro, aunque solo sea por unos instantes,tal como ocurre por ejemplo cuando se va en un ómnibus y se pide permiso para pasar y se agradece cuando ceden el paso. ¡Parece tan nimio! Pero no lo es, no. De pequeñas cosas está hecha la vida.

De pequeñas cosas que nos hacen ser mejores personas y estar en contacto con el prójimo, sea este cercano a nuestros afectos o no.



Y no olvidemos asimismo de ejercitar la sonrisa;no quiero significar con esto que estemos sonriendo las 24 horas del día, sino que no olvidemos de reír, de sonreír, de divertirnos, de aprender a reírnos de nosotros mismos.



Por eso, les pido:

Por favor, permiso, perdón, gracias.

domingo, 15 de mayo de 2011

Tranvías




Por las calles del ensueño,
yo tomaba aquel tranvía,
lo recuerdo como un sueño
en que viajaba cada día.

Esos viajes traqueteando
serpeteando entre las vías
y en cada recorrido
por mas que se repetía,
veía un camino nuevo
y me llenaba de alegría.

!Qué importaba la tardanza
en llegar hasta el destino!
lo importante es que era bello
transitar esos caminos.

Recuerdo con nostalgia
sus asientos de madera,
y la figura del guarda
su infaltable boletera,
con la cual iba marcando
los boletos adquiridos,
que quedaban como señas
de ese viaje tan querido.

Hace mas de 40 años
lo han “desaparecido”
mas yo sé que hay tantos otros
como ha pasado conmigo
que lo llevan en su corazón
y jamás llega el olvido.

Como fue fiel compañero
mi adolescencia, mi infancia,
me niego rotundamente
a abandonar la nostalgia.

domingo, 13 de febrero de 2011

Mis principios son mi religión

Desde mi mas tierna infancia, tuve un infinito afán de libertad, que jamás me abandonó; supe que habría muchos que no me entenderían, que se asombrarían, pero seguí adelante siempre.Toda mi vida he tratado de proyectarme hacia los otros en el respeto, en la dignidad, en los principios, por eso digo que ellos son mi religión.

Por supuesto, que esto tiene muchísimo que ver con la forma en que fui criada, la familia en la cual me formé; para mí la palabra empeñada es sagrada, si prometo algo lo cumplo, y si no lo hago es porque alguna circunstancia externa a mi voluntad me lo impide; mi palabra vale tanto como si hubiera puesto una firma para mí; por lo tanto si adquiero un compromiso, no lo olvido, no lo dejo de lado hasta que lo cumplo, así esto suponga sacrificios, dejar de lado cosas que me pueden ser beneficiosas, y todo lo que ello implica. ANTES está el cumplir la palabra empeñada.

No puedo convencerme –y creo que jamás lo haré- cuando escucho decir que todo el mundo tiene “su precio”;¿a qué se refiere esta frase? A que alguien salga a robar si necesita dinero, no lo tiene y lo hace porque tiene un hijo enfermo? Eso no es tener “precio”….

Hablo de “venderse”, venderse por bajeza, por comodidad, por inercia, lo cual es repugnante.Hace muy poco me dijeron que tendría que llevar como nombre “espíritu libre” porque eso me representaba

Verdaderamente me gratificó muchísimo ese comentario, me encantó, me sentí orgullosa y feliz.Es cierto que tengo un marcadísimo sentido de mi propia libertad e independencia, y es por esa razón que asimismo:

No me gusta que me digan lo que tengo que hacer.

No me gusta que me ordenen, aunque acepto que me sugieran-

No me gusta que me den consejos, que yo no he pedido; yo decido a quien,

cuando y por qué los pediría.

No me gusta la gente que hace gala permanente de mal humor.

No me gusta los que andan por este mundo haciendo daño

No me gusta la gente miserable de corazón(tampoco la otra)

Muchas veces –como supongo que le habrá pasado a muchos de Uds. en sus respectivos trabajos- durante mi actividad docente en los tres niveles, fui tentada a entrar en los asquerosos círculos de la corrupción, tratando de convencerme que entrara en las “componendas” porque eso iba a significar un sueldo muchísimo mejor para mí (digamos multiplicado por 6); al ir subiendo en la escala jerárquica se está cada vez mas cercano a la gente mas corrupta(mas arriba, mayor corrupción) y realmente los ofrecimientos eran muy jugosos, pero siempre a cambio de “conceder, mirar para otro lado, agachar la cabeza y obedecer” ante los mas CORRUPTOS.

Eso hubiera sido para mí VENDERME, TENER UN PRECIO si me hubiese dicho:“¿qué me importan mis principios? Los arrastro por el suelo, porque lo importante es que con este sueldo podré vivir muchísimo mejor”

Y ESO JAMÁS LO LOGRARON DE MÍ

No me pudieron convencer (claro que supongo que intentaban aquello de “no puedes con el enemigo? Pásalo a tus filas”)SER TRANSPARENTE, TENER PRINCIPIOS, SER DIGNO ES LA MEJOR BARRERA CONTRA LOS CORRUPTOS, QUE NO PUEDEN CON UNO.

Siempre he preferido dejar la piel en los alambres, pero ser una persona digna, que lleva en alto sus principios de vida, la dignidad, el respeto por uno mismo y por el otro. No hay que entregarse, no hay que venderse, no hay que agachar la cabeza ante los miserables.

ESA es la mejor bandera que flamea en mi alma y en mi corazón; la mejor herencia que me dejaron mis padres ¿hay alguna fortuna semejante?