Despertó sobresaltada; cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, se dió cuenta que estaba en...¿ la sala de un Tribunal? ¿qué hacía en ese lugar ? ¿cómo había llegado hasta allí?
Intentó salir, pero no encontró ni el mas mínimo resquicio para hacerlo; pasaban las horas y comenzó a tener hambre y sed, pero aún cuando fue pensando en distintas alternativas para escapar, no pudo concretar su deseo de salir.
Una semana despuès, al finalizar la feria judicial, al abrir el ordenanza la puerta de ingreso a la Sala 9 del Tribunal, encontró una gaviota muerta en el piso.
Muy buena entrada: abrir los ojos y estar en un tribunal. Y muy buen colofón puesto que una vez has metido al lector en el ambiente resuelves con un símbolo, asociado a libertad y que yace en el suelo...
ResponderEliminarEres tan profunda a veces que me cuesta entenderte. Eso solo les pasa a los que no sabemos. Pero contamos contigo y con perlas cómo ésta.
ResponderEliminarUn beso, Estela.